En la foto podemos ver un río en Alaska con tonos naranjas. Este cambio de color en las aguas dulces se debe al deshielo derivado del cambio climático del permagel (capa del suelo permanentemente congelada en las regiones polares), que libera minerales que antes estaban atrapados bajo el suelo helado y ahora han pasado a los ríos y riachuelos. Estos minerales se filtran en el terreno y llegan a los acuíferos.

El deshielo del permagel expone los minerales al oxígeno y se produce la meteorización. Esta reacción química aumenta la acidez del agua y disuelve metales como el zinc, el cobre, el cadmio y el hierro. Este último es el más evidente, ya que tiñe el agua de un color naranja oxidado que puede llegar a ser marrón.

Esta coloración naranja/marrón de las aguas no solo tiene un impacto visual, sino que también afecta la calidad de las aguas subterráneas.

En el último año, muchas de las consultas y tratamientos de agua que hemos realizado han sido debido a un aumento de la presencia de hierro y manganeso en valores por encima de 200 y 50 mg/L, respectivamente. Este crecimiento ha sido muy elevado en diferentes puntos del país.

Si tenéis un pozo que presenta un color de agua naranja/marrón, es muy probable que tenga valores altos de hierro y manganeso. Si es así, podemos ofreceros una solución a vuestro problema, realizar una valoración y aplicar el tratamiento adecuado para la potabilización del agua.

Tratamiento del agua con hierro y manganeso

Su presencia en el agua normalmente no representa un peligro para la salud, pero sí puede ser una fuente de problemas en el suministro, ya que puede afectar su sabor, color y olor, además de perjudicar las cañerías.

Ambos metales provocan un fuerte sabor metálico en el agua y pueden generar manchas. 

Agua con hierro

El agua proveniente de pozos puede parecer incolora al principio, pero con el tiempo aparecen manchas o partículas marrón anaranjadas (hierro) o negras (manganeso) al exponerse al oxígeno.

Según el Real Decreto 3/2023:

  • El hierro no debe superar los 200 µg/L.
  • Cuando los niveles de hierro sean superiores a 300 µg/L, se recomienda que las medidas correctoras sean aplicadas rápidamente.
  • El manganeso no debe superar los 50 µg/L.

Un buen tratamiento de agua elimina completamente el hierro y el manganeso, dejando el agua lista para su consumo.

Si creéis que vuestra agua contiene hierro y manganeso, contactadnos y os ofreceremos la solución que mejor se adapte a vuestras necesidades.