¿Es el agua del grifo peor que el agua embotellada?

Agua del grifo vs agua embotellada

Falsos mitos.
No solo es un falso mito, sino que el agua del grifo es uno de los productos alimentarios más controlados.

El agua del grifo está sujeta a un mayor control analítico que el agua embotellada.

Como consecuencia se suministra con total garantía para la población.
En España el agua del grifo está extremadamente protegida desde el punto de vista legal y sanitario.

Es uno de los productos alimentarios más controlado, sujeto a un triple control: Sanitario, técnico y económico y el propio que realiza el gestor del servicio, avalado por las diferentes normas de calidad.

Es el RD 3/2023 el que establece los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano, que exige controlar hasta 53 parámetros en el agua del grifo.

Las aguas embotelladas tan sólo exponen unos pocos, entre 5-8 en su etiqueta sin ofrecer un valor de referencia.

Además de estos aspectos hay que tener en cuenta el ahorro económico que supone consumir agua del grifo, que supone un coste medio de 0,10 € por persona/mes, mientras que el consumo de agua embotellada es una opción mucho más cara,
alrededor de 20 € al mes por persona.

El precio medio por 1.000 litros de agua del grifo, potable y apta para su consumo es de 1,92 € contra 3,21 € que cuesta una sola garrafa de 5 lts.

Junto a esto, hay que tener en cuenta que el 90% del coste del agua embotellada es la propia botella, envase que, además, provoca daños en el entorno.

Harían falta 3 litros de agua para fabricar una botella de plástico de medio litro (huella hídrica).

Las empresas operadoras realizan diariamente análisis exhaustivos en el agua para garantizar que no posea ninguna sustancia o microorganismo en una concentración tal que pueda suponer riesgo para la salud de las personas que la consumen.

Agua del grifo:
Más ecológica; no genera plásticos de un solo uso, lo que ayuda a reducir el impacto ambiental.

Más económica; precio medio en España de 1,92 € por m3 ( 1,92 € por 1.000 litros )
Sostenibilida; el agua del grifo es sometida a rigurosos controles de calidad.

Incluso en esos lugares donde sus propiedades organolépticas (su sabor) fundamentalmente no es muy bueno, a la práctica esta agua tiene absolutas garantías de salud pública.

Si se quiere mejorar su gusto solo hay que poner un pequeño declorador al grifo que mantiene todas las propiedades del agua y elimina el mal sabor que pueda tener.

Nunca será más sostenible ni fresca, ni tendrá más calidad un agua que se ha puesto dentro de una botella de plástico o cartón, cargado en un camión y llevado a una estantería frente a un agua que viene directa al grifo al vaso en nuestra vivienda.

Agua embotellada
Como comentábamos anteriormente el agua embotellada pasa controles sanitarios pero no tantos y tan continuos como el agua de del grifo que es el alimento que más controles pasa.

Hay que tener en cuenta que el agua embotellada nunca será tan fresca como la del grifo, ya que desde que se embotella hasta que se consume, puede haber estado en almacenes y estanterías durante muchísimo tiempo.

Además hay que tener en cuenta el problema de los microplásticos.

Los microplásticos en el agua embotellada es un tema que ha generado mucha preocupación en los últimos años.

Diversos estudios han encontrado partículas de microplástico en muchas marcas de agua embotellada, aunque las cantidades varían según el estudio y la marca.

¿De dónde provienen los microplásticos?

Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico, generalmente menores a 5 milímetros, que pueden provenir de diversas fuentes:

1. Contaminación durante el proceso de embotellado: El agua puede entrar en
contacto con plásticos durante el proceso de fabricación de las botellas y el sellado.
2. Desgaste del plástico de las botellas: Las botellas de plástico pueden liberar pequeñas partículas de plástico, especialmente si son almacenadas por largos periodos o expuestas al calor.
3. Contaminación externa: El agua embotellada también puede estar expuesta a microplásticos del ambiente, como polvo en el aire o en las instalaciones donde se fabrica o almacena.

Una sola botella de plástico tarda 500 años en desaparecer
¿Qué impacto tiene para la salud?

La exposición a largo plazo a microplásticos podría tener efectos desconocidos en el cuerpo.

Además, muchos de estos microplásticos pueden estar impregnados con químicos tóxicos.

¿Qué podemos hacer al respecto?

  • Optar por agua filtrada del grifo: Si vives en una zona con agua potable decalidad, usar un filtro puede ser una opción para evitar tanto los microplásticos como otros contaminantes.
  • Usar botellas reutilizables: Para evitar el consumo de agua embotellada, es mejor llevar contigo una botella de acero inoxidable o vidrio, que no libera microplásticos.