El agua es fundamental para numerosas funciones del organismo. Ayuda a transportar nutrientes a las células, es un lubricante del aparato digestivo y de los tejidos protegidos por mucosas, regula la temperatura corporal y amortigua las articulaciones protegiendo de traumatismos, entre otras funciones.
Aproximadamente entre un 60% y un 70% del organismo está compuesto de agua, por lo que es fundamental garantizar su ingesta diaria adecuada.
¿Hay que tomar los 8 vasos de agua que se suelen aconsejar?
Hay que hidratarnos bien, pero hacerlo de más tampoco es bueno.
Con esto no decimos que 8 vasos sean muchos o pocos, cada persona tiene unas necesidades hídricas específicas, es bueno seguir una pequeña pauta y muy importante escuchar siempre nuestro cuerpo, teniendo en cuenta que no sólo aportamos agua bebiendo sino que también aportamos a través de los alimentos que consumimos a lo largo del día.
¿Cómo hidratarnos bien?
Para mantenernos correctamente hidratados es muy fácil si seguimos una pauta, os dejamos una muy sencilla:
1 vaso de agua por la mañana cuando nos despertamos
Rehidrata el cuerpo después de las horas de sueño, durante la noche el cuerpo pierde líquidos y beber agua justo cuando nos despertamos nos ayuda a reponer y restablecer nuestro equilibrio hídrico, nos ayuda a activar nuestro metabolismo, mejora la función cerebral, favorece la eliminación de toxinas, contribuye a un buen funcionamiento de nuestro sistema.
1 vaso de agua antes de acostarse
La última hidratación antes de las horas reposo nos trae muchos beneficios como es la regulación de la temperatura corporal, mejora nuestro sistema digestivo y mantiene el cuerpo hidratado durante la noche, previniendo la deshidratación.
1 vaso de agua antes de cada comida (desayuno, almuerzo, merienda y cena)
Ayuda a lubricar el trato digestivo, ayudándonos en una mejor digestión al estimular la producción de enzimas digestivas y facilitar la absorción de nutrientes.
También favorece la sensación de saciedad y en casos de control de peso puede ayudarnos a reducir la cantidad de comida que ingerimos.
¿Y si hacemos deporte?
Si hacemos ejercicio para mantenernos correctamente hidratados es necesario beber antes, durante y después de hacer deporte
- Antes del ejercicio . Se aconseja ingerir entre 400 y 600 mililitros de agua entre una y dos horas antes de empezar la actividad física, esto hace que la temperatura corporal aumente menos y reduce la percepción del esfuerzo
- Durante el ejercicio . Hay que empezar a beber agua poco después de empezar el ejercicio ya intervalos regulares para mantener la hidratación Respecto a la cantidad, aunque es variable, podrían ser dos o tres sorbos de líquido cada 20 minutos de actividad
- Después del ejercicio . Reponer líquidos después del ejercicio es fundamental para una recuperación adecuada.
Como hemos comentado antes, también aportamos agua con las verduras y frutas que comemos durante el día
Alimentos con mayor contenido de agua en la composición:
Pepino 97%
Lechuga 96%
Apio 95%
Calabaza 95%
Rave 95%
Espinacas 94%
Sandía 92%
Fresa 92%
Melón 90%
Debemos recordar beber antes de tener sed, tener sed es un signo de deshidratación
Hay que prestar atención a los colectivos más vulnerables como son las personas mayores, los niños y los enfermos.
Actualmente podemos encontrar un montón de Apps para realizar un seguimiento de nuestra hidratación en nuestros móviles en apartados de salud y bienestar
Si desea saber más, puede encontrar en este mismo blog los artículos :